Hoy es martes en esta habitación propia
y no se ha abierto esta mañana la puerta,
lo intenté.
Cruce el pequeño umbral que separa la vida
de mi vida
y hasta ahí.
De repente una lágrima emergió apenas de la nada
y mi voz se quebró al decir un buenos días,
y hasta aquí.
En este martes aguoso y quebrado,
en esta habitación propia
que necesitaba,
es posible que mañana sea lunes y
todo pueda empezar de nuevo.
Mientras tanto, tengo mi libro
entre tus manos
y me estás limpiando tus lágrimas.
Hacía tiempo ya...
...hacía tiempo, que no quería escucharlo.
Ahora, tengo que salir a recoger la vida.
Dicen que la melancolía
es una enfermedad de los alegres....