Uno nunca sabe cuándo ni por qué
solo sabe el cómo
y es porque se le cierra el alma de repente
ese alma que lo es todo
y que lo he sabido hoy
leyendo un libro
en el que la vida es puro teatro
aún más si cabe
y donde está escrito en alguna de las primera páginas...
uno no sabe cuándo ni por qué
pero un día se despide sin más
de todas sus tristezas
y se pone más triste por fuera que por dentro
es curioso esto de despedir lo que ya no poseemos
con fiebres y asmas que lo único que indican
en que me hago más fuerte y que ya no tengo miedo,
por mi, conmigo, por vez primera en mucho tiempo.
Son ocho,los poemas que me como cada dia
pero son para males que ya no me pertenecen
que están dando los últimos coletazos de rabia
porque se saben exiliados al más cruel de los exilios
que no es el olvido sino la indiferencia
Y como niños pequeños
que no consiguen el juguete se rebelan
contra mi y me penetran el alma, qué ignorantes
hace tiempo que la vendi a las palabras que no escribo
a la vida que he hecho aquí para contarla
el alma que da forma a mis formas enfermas hoy
que no mañana, porque con el tiempo todo se comprende
y mientras la noche cae para quedarse
oscurezco mi cuarto
y pienso nada más
en mi esfuerzo por respirar igual que respiras tu
y después de un sueño
el espacio vacio que hoy creo tener dentro de mi
no será tal porque despertaré
y no estaré sola.