
Nunca dije que no fuera serio lo que hacías
solo esperaba que te aburrieras tarde o temprano
de darme amor y bofetadas y otra vez amor.
Por eso ahora tienes que parar
y para ello me he comprado una pistola
de agua en la que he echado amoniaco
a pesar de mi alergia mortal
y te voy a quemar las manos.
Para que no quieras a otra
como me has querido a mi.