Todos hemos sido marionetas
de algo o alguien.
No mientas, que te crece la nariz, como a Pinocho.
Lo que vengo diciendo...
Solo una botella de vino,
del sincero, del que raspa en la garganta cuando
dices Te quiero.
Una entrada de teatro,
y piedras de más de dos mil años,
los que a veces pienso que hemos compartido.
Nada más, basta con unos hilos de sedal,
pintura roja para los labios putos que no dicen verdades.
Tú y yo y Granada,
en cualquiera de los dos continentes en los que existe,
Ya sabes... "la luna vino a la fragua, con su polisón de nardos".
Porque a eso, es a lo que hueles.