Estoy cansada,
y sigues sin volver,
aquí, desde la terraza que
tanto te gustaba
he visto atardecer
y se hace tarde para nosotros.
Un pájaro negro
con el pico naranja me saluda,
me estaba esperando.
Estoy cansada,
se me cierran los ojos
apenas si te veo,
y mis pies cansados de andar
sobre mí misma,
me reclaman un respiro
y enciendo un cigarro.
Estoy cansada,
el año ha sido
el más difícil todavía
a pesar de tu presencia,
y se ha ido el sol.
Una línea naranja también
como el pico del pájaro que ya se marcha
me indica que ha llegado el momento
de dormir,
soñar contigo
y saber que cada uno de nosotros
tiene su propia dramaturgia vital
y que la dirigen los cientos de
gorriones
que invaden el campanario de la iglesia
que está rota como yo,
por poco tiempo.