¿ Sabes?, cada vez que entro en la biblioteca
me preguntan por ti, sin saber quien eres
y oigo tu risa ausente
desde hace casi que dos semanas.
Hoy he cogido un libro
en el que estabas
escribiendo entre líneas
sobre cómo vivir la vida
que no hemos elegido.
Y de repente me ha sonado el móvil
y he visto tu foto en mi cabeza,
pero no lo he mirado siquiera
por si no eras tú.
¡ Qué miedo de amor,
qué miedo!
No sé dónde estás
pero me ha parecido verte
entre el libro sobre Hopper editado en Taschen
y el de Kandinsky de Turner.
Creo que estabas metida dentro del segundo
sí,
porque cuando lo he abierto
quedaba aún un rescoldo de tu perfume,
ecos de tu risa,
y una mancha de chocolate aún reciente.
No te preocupes,
me he traído lo dos a casa
vamos a hacer un trío
mientras llegas,
hablaremos de colores y sonidos
y de cómo el cielo de repente
se ha puesto tan negro
que parecía que no ibas a volver nunca.
Antes de acostarme
he mirado el móvil
pero como no tengo apenas saldo,
prefiero que llegue mañana
y me vuelvas a llamar al verme
entrar en la biblioteca
a por un libro de Almudena Guzmán
que tú me hayas recomendado.