domingo, 1 de marzo de 2009

que por intentarlo no quede....

La primera palabra que aprendí seguro que me hizo daño, no la primera palabra que me enseñaron, sino la primera que quise tener en mi vocabulario.
No todo lo que nos enseñan lo aprendemos, hay muchas cosas que simplemente las usamos durante un tiempo y cuando ya no las queremos nos deshacemos de ellas.
Quizá la primera palabra que decidí tener en mi haber fuese lucha.
Yo creo que la elegí por lo multidisciplinar de su uso.
Me gusta la lucha de clases que sigue vigente por “ seculam seculorum”, no por lo que siempre nos han dicho que significa, sino porque creo que la verdadera lucha de clases es la que todos tratamos de llevar a la práctica, la lucha por dejar de pertenecer a una clase social y subir a la inmediatamente superior, aunque a mi parecer estaría genial que la gente fuera honesta consigo misma y luchara con las mismas ganas por ganarse el título de perteneciente a la clase azul, roja amarilla o verde, según se mereciese una u otra, porque todos, en el fondo sabemos lo que merecemos…..

Por ejemplo, si eres una buena persona o por lo menos lo intentas ser, que eso cuenta “muchísmo” en la vida, formarías parte de la clase azul, si por el contrario eres un hijo de puta con los demás, por descontado que lo eres contigo mismo, serías un capullo de la clase negra.
Los colores son totalmente arbitrarios, a gusto de consumidor, frase que no me gusta un pelo, porque el gusto del consumidor puede llegar a estar donde la espalda pierde su nombre, pero que ahora me viene “al pelo”…., de esta forma, dependiendo de con quien te relaciones o trates de perteneces a una clase u otra, así todos salimos ganando, porque yo sin ir más lejos, puedo ser buena persona y una hija de puta a partes iguales y casi de manera inmediata……. Osea que seria de clase azul y negra en el mismo día.

Lucha, es una palabra que también creo que se puede utilizar para hacer una definición de la vida, porque te puede ayudar a definir lo que es realmente , no un éxito o un fracaso, sino una lucha por hacerla frente.

Lo más genial de la palabra lucha es que es de las primeras palabras que usas nada más despertar, me levanto o no: LUCHA. Desayuno café o leche con Nesquik: LUCHA.
Me ducho ahora o cuando vuelva del curro: LUCHA, me llevo comida, (algo muy conveniente en los tiempos que corren) o me pillo cualquier cosa en el bar de la esquina: LUCHA.
Llegas al tren y tienes que luchar de nuevo, o bien eres un hijo de puta, es decir, dentro de la lucha de clases lucharías con camiseta negra, y ocupas el único asiento que queda libre o lo cedes al señor que está detrás de ti poniendo una cara de lástima que tiene concentrados todos los motivos para dar lástima en el mundo mundial: LUCHA.
Y solo llevas tres horas levantado eh, imagina el resto del día amigo mío.

Qué barbaridad, ahora mismo estoy a punto de acostarme y tengo una lucha interna, no se si dejar de escribir gilipolleces y acostarme de una vez o seguir escribiendo y mañana estar tan agotada que mi cuerpo no me permita una nueva lucha y me tenga que quedar en cama.
Ja, a lo mejor es la manera de dejar de luchar por lo menos una vez en la vida.