martes, 13 de marzo de 2012

In a town of Nottingham

Desde que he cumplido treinta años
lo único que quiero
es erotizar mis emociones
no querer suspirar por una caricia
en el pelo
una lengua entre dos labios
entreabiertos
tener que empujar hacia un abismo
húmedo
que casi siempre desconoces.

Que cuando esté a punto
de lamerte, tranquilamente,
en el origen
un grito salga despavorido
de tu pecho
y con beso,
solo con un beso
sacie la sed de tus pupilas
me bailes el agua
y corramos los dos
hacia el otro lado del placer
de saber que sí, que encajamos,
y que puede volver a llover
y a repetirse.